10/14/2006

28 de Agosto. Winds of change

Mi ano nunca fue muy exquisito, pero el papel higiénico del Tesco me estaba quitando la vida, lo juro. Tendría que comprar crema hidratante, cualesquiera marcas menos la citada, por supuesto.
No sé si dichas irritaciones tenebrosas interferían en mi estado de ánimo, pero la semana fue siempre negativa, nunca positiva. Este lunes se cumplió mi primer mes de estancia en la isla (parezco Jesús Vázquez) y el balance fue de muchos conocidos, pocos con quien reír y cero confidentes. Siempre pensé que tenía una enorme e innata facilidad para hacer amigos, pero parecía que me estaba redescubriendo, y mi olvidada timidez (últimamente más bien desidia) volvió a situarse en las copas más altas de mis habilidades sociales. (Quizás te extrañes al leer esto, pero ya es hora de que sepas la verdad, que yo no soy como crees que yo soy, que soy paloma brava -¿dónde habré escuchado yo esto?-).
Siendo sincero, por mi cabeza fluían decenas de visiones apocalípticas: no pasaba un día sin ver al almirante Nelson en su lecho de muerte pidiendo una tirita o a la reina madre con una engorrosa indigestión de ginebra y sándwiches de cheese and onion, sin poder levantarse de la taza del váter. Pero ahí seguía, al pié del cañón, temiendo que el cañón me pasase por encima porque aquí se conduce por la izquierda y yo no me acababa de acostumbrar.
Por cierto, con la venida de los primeros fríos se acabó el “Eurovision thong contest”, y la gente comenzó a pasearse por casa con un conjunto de ropa cuyo peso excedía, habitualmente, de los ciento cincuenta gramos. Se avecinaban vientos de cambio.

2 comentarios:

Carcadiz dijo...

Ayyy!!! Ya he hablado yo antes de las necesidades en materia de celulosa, artista. Unete a mi Plataforma por un Papel Higienico de Calidad y luchemos todos contra el papel de lija para el orto, que no hace sino mas que menoscabar nuestro animo y, porque no decirlo, nuestra integridad siesal.

Jejeje.

Juaniki dijo...

Sabias palabras